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Durante un rato farfullé una sarta de palabras inconexas, hasta que enmudecí por la pena. Fui despertada por Nik dos veces durante la noche para hacer el amor dulcemente. A veces se crean lazos inexplicables que no pueden romperse ni siquiera cuando el ser amado traiciona la confianza que habías depositado en él. Debería habérselo pensado dos veces. Claro que lo es! Pues claro. No pensarás que voy a dejarlo aquí, ¿ Todos miramos hacia abajo y lo que veo me hace poner aún más roja. La solté y avivé el paso hacia sir Alfred y el policía. El policía asintió con la cabeza y esperé a que sir Alfred me despidiese de mala manera, pero no lo hizo. Al acercarnos vi a sir Alfred hablando con un policía delante de la puerta principal. Dice sir Alfred que como mínimo lo condenarán a cinco años de cárcel por lo que hizo. Calla, calla -añadió mientras me mecía como si fuera un niño pequeño.

A Londres, como habíamos planeado en un principio. Quería trabajar en alguna oficina como pasante. Asiento con la cabeza y vuelvo o a la oficina. Somos escoltados por un matón callejero, a la oficina del Tío Jerm. Sé quién es, pero siento que tenemos una conexión después del incidente de hoy. Kimmel, dueño de Martin County Trapping & Wildlife Rescue, había salido a los Everglades de la Florida la semana pasada con la esperanza de atrapar una pitón birmana gigante. Su intención era despedirse la semana que viene. Sufría de artritis y, como cada vez le costaba más andar, era raro el día que lo veíamos pasear al aire libre, pues prefería quedarse en casa leyendo un libro, bebiendo una copa de vino o zampándose un buen filete. Tu madre era una mujer tan generosa, cuando vivía siempre daba con largueza.» Chamcha recobró el equilibrio y se sintió ridículo. Son complejos y personales, y la mayoría asiente a una especie de oscura piedra de toque histórica entre los dos países, o el donante y el receptor. Siempre son prendas tradicionales africanas y chales con fantásticos patrones que por lo general son de cuentas.

Al llegar a la altura de las cuadras y la cocina, oí que me llamaban. Rara vez había tenido un billete en las manos; mis magros ahorros consistían en una bolsa de monedas que solía contar con enorme placer en mi habitación en casa de los Amberton. Éstas fúeron las primeras palabras que Gibreel Farishta pronunció al despertar en la nevada playa inglesa, con una sorprendente estrella de mar junto a la oreja: «Hemos vuelto a nacer, compa, tú y yo. Mientras desaparecía en las sombras de la noche sus últimas palabras resonaron en mis oídos y no pude escapar a su seducción. La observé detenidamente, esperando que pronunciara las palabras mágicas, sin saber a qué se refería, aunque en el fondo lo sospechaba. Por recomendación de Abu Simbel, los gobernantes de Jahilia han añadido a las prácticas religiosas el tentador y picante aliciente de la disipación. El Grande de Jahilia instaura una política de persecución que, para Hind, avanza demasiado despacio. Se trataba, por cierto, de una sensación bastante infrecuente, y me quedé allí, nervioso, mientras Rusty se alejaba.

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Me vuelvo a ver la película y comienza a acariciar mi pelo otra vez. Jo le había dicho que podría jugar con su pelo después del colegio. Abrí un poco para ver quién era (entonces había muchos robos y asesinatos en Londres y había que andarse con cuidado) y allí estaba Alexandra, de pie en el descansillo, mirando alrededor con ansiedad. Con el pie. -No es verdad -dijo Cassandra azorada y poniéndose pálida. Con una diferencia de veinte minutos y a un millón de kilómetros de distancia, Cassandra estaba de pie sobre una esterilla del gimnasio con la tripa bullendo por la emoción. Alrededor de los diez cruciales minutos que separan las cinco menos diez de las cinco, todo su desconcierto, ofuscación y humillación se fundieron en una gran masa de enojo. Para cuando dieron las cinco y media, estaba furiosa. Kate y Flora son las ganadoras. Solo quedaban Flora Mackintosh, Kate Brown, Arabella y ella. Mientras se quedaba a solas en el gimnasio, Cassandra se dio cuenta de que si Arabella volviera en ese mismo instante y jurara por su vida que había mentido, seguiría habiendo compañeras de clase que nunca la creerían.

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Creo que Maisy se está volviendo tan mala como Arabella. »- antes de que Arabella se desplomara de pronto y cayera del banco. Toby no era el único de los niños Fitzgerald que había perdido el control de sus emociones en la escuela. La puerta se abrió de par en par y allí estaba Dick rodeado por los niños. Josh había empezado ya la enseñanza secundaria en el colegio privado, de modo que ese gasto estaba incluido en la pensión que les pasaba Dick. Al ver que al día siguiente tampoco se ponía en contacto con ella, su sano enfado se convirtió en una insana preocupación cuyas consecuencias empezaban a asustarla. Al día siguiente había llegado al trabajo sin estar segura de si la llamaría o si aparecería por su despacho. Pues pasar el día con mi hermano pequeño favorito. Imaginé que en épocas más boyantes la familia Nantes debía de contar con la ayuda de un batallón de camareras y cocineros, pues la pensión tenía capacidad para unos treinta huéspedes. Me fijé en cómo la mirabas; no del modo en que un chico miraría a su hermana -musitó, pero apenas lo oí, pues su mujer lo interrumpió, y lo que dijo me perturbó tanto que me levanté de un brinco.

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