Entonces dio con los moldes de papel para los pastelillos y empezó a distribuir la mezcla con la cuchara mientras las niñas se arremolinaban en torno a Diane para ver cómo se hacía la manicura. Suena muy interesante -comenté sin salirme de mi papel. Honduras son conocidos como Blue Jean (Sin importar el color) y la nueva generación los conoce con Jean. Mientras Jo se aproximaba al aparato para contestar, oyó que Diane les decía a las niñas: -Veamos qué tal es la voz de la nueva niñera al teléfono, ¿ Poco a poco, se volvió hacia Diane, que estaba sentada, muy quieta, con la cabeza ligeramente inclinada y una inquisitiva mirada en los ojos. La abuela de los niños, Diane, está aquí, jugando con las niñas. Sí -suspiró Jo tirando al cubo de la basura las flores arrancadas-. Sí -dijo Zak-. Tengo un montón. Perdón -dijo Zak antes de mascullar-, chaqueta tottenham y es Zacharie. Las niñas lanzaron una ovación y Zak emitió una elocuente pedorreta. Los tres mostraron una extraordinaria impavidez. Nick y Gerry. Los tres se sonrieron alegremente.
Justo entonces, Jo oyó al otro lado del hilo telefónico a Nick entrando en el cuarto de Pippa y tuvo que oír cómo esta le contaba que Jo había vuelto. Jo estaba completamente de acuerdo con Zak, de modo que se dispuso a preparar tranquilamente la cena. De modo que aquella era su vida. Les diré a los Fitzgerald que ha llamado -dijo, y colgó. Lo siento -dijo, y se mordió el labio inferior. Y ahora que somos algo más, se siente como que es sólo una extensión de nuestra amistad. La policía no ha realizado tes tuvieron que tener en sus West dice que su estrategia y no fue como un traba- ses después cuando searrestos ni ha identificado a manos un nuevo Hyundai. Josh-. Llamaré a la policía mientras tú los obligas a vomitar. Tú lo has querido. Dígame, querido Matthieu -prosiguió con una amplia sonrisa mientras volvíamos a tomar asiento frente a frente-, ¿ Diane empezó a esbozar una gentil sonrisa destinada a Jo, que ganó la confianza suficiente para seguir adelante.
» de Josh echó a perder la primera sensación de confianza que había experimentado desde que había llegado. Es hijo de la primera mujer de Dick, Jane, que enseguida descubrirás que es una bruja. Pippa. -Trece -farfulló Toby mirando su taza y deseando que Pippa se quedara donde estaba. Toby y Josh entraron en la cocina, los miraron y los saludaron. Mientras camino hasta la cocina, la campana del horno suena. Una vez más. Miro por la ventana más allá de los maniquíes, y veo a la Mujer-Endemoniada caminar por la calle hasta un hombre de pie de espaldas a mí. La niña rueda su silla en la habitación hasta Nik y yo. Condujo como una loca y cuando llegó se encontró a la niña sentada en el muro de la escuela con cara mustia. Los hombros de Lola se sacuden a causa de una silenciosa risa y contesta: —Hace tiempo, un chico me decía “cachorrita” y quería que ladrara como perro —su cuerpo se sacude y las lágrimas corren por su cara sonriente—. Pero me intimidaba, no estaba acostumbrado a la autoridad y menos viniendo de alguien que tenía sólo dos o tres años más que yo.
Allí se encontró con tres niños, cada uno en una fase distinta del proceso de comer barritas de Krispies de chocolate sin terminar con una cuchara de palo. En su lugar, ahora Diane estaba flanqueada por los sujetalibros Molly y Bolly, que se sumaron a ella en la tarea de lanzarle a Jo una impertérrita mirada de superioridad. Ahora están con su abuela -replicó Jo-, por lo que considero que no será necesario El «¡ Pues claro que no lo es -dijo Diane al tiempo que se levantaba-. Cuanto más rápido haga esto, pensó Jo, más tiempo tendré para llamar a Shaun antes de darles de merendar a los niños. Entre usted y yo -Jo hizo una tentativa-, no creo que sea una buena influencia para los niños. Jo miró desconcertada a Diane, que la estaba atravesando con su escrutinio. Diane, aunque pudo haber sido Molly, Jo no se habría jugado nada.
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Era uno de los pocos recuerdos que me quedaban de ese desdichado matrimonio en Suiza, que acabó con Evangeline arrojándose desde el tejado del sanatorio donde estaba encerrada. Una vez más, aunque sin comerlo ni beberlo, era un hombre casado. Es decir… Me encantaría llevar las cuentas de un lugar que me importa de verdad, en vez de hacerlo para una empresa gigante y anónima… -Bueno, está claro que no somos gigantes. Claro. -No quiero hacerte llegar tarde a tu cita con Shaun -añadió. Josh. -Pues claro. -Pero… no lo hiciste cuanto te dije que no te dejaras llevar por el rollo publicitario de Jackie. Dick suspiró. -Voy a prescindir de Jackie. Dick se acercó y estrechó la mano de su nuevo contable. Voy a echar a mi contable. Rellené el vaso hasta tres veces, mientras Thérèse y Tom coqueteaban como si yo no estuviera presente, y cuando me disponía a excusarme y abandonar la habitación me vinieron a la cabeza unas palabras que ella había pronunciado. En parte porque le gustaba que ella lo necesitara. Quieres que te prepare un plato, cariño?