Porque si no vuelve, los que vamos a sangrar somos nosotros. Se alzó el telón con Ancelotti, el sabio, el pacificador, el aburrido y el señor mayor que venía a cobrar el adelanto de su jubilación. El año pasado hizo uno de los mejores años desde que existen registros geológicos. Era el mejor Cruz Azul de los últimos tiempos, ya que no dependía de individualidades, sino que era un trabajo en equipo.