Sheila tenía turno de domingo en el trabajo. Jo lo arregló para coger un tren el domingo por la mañana y sus padres fueron los únicos que pudieron ir a despedirse de ella. Capítulo 4 Cuando el tren de Jo salió de la estación de Stratford-upon-Avon, ella se convirtió en una aventurera fuerte y valiente, con el alma llena de esperanza y el corazón rebosante de energía. Pues yo creo que es una idea genial. Pues les deseo mucha suerte. Ya sabes cómo son los tíos: no hagas nunca nada que puedas conseguir que tu parienta haga por ti. Sólo quieren divertirse. Son buenas amigas. Son ellos los que se han estado comportando como críos los últimos seis años. Cualesquiera que fueran los sentimientos de Jo en aquel momento, no consistían en creer que merecía algo mejor. Procuró hacer caso omiso a sus sentimientos y adoptar un porte de viajera experimentada; al fin y al cabo, ya había hecho el viaje a Highgate una vez, sabía exactamente adónde iba. Ella asintió una vez más. Ella responde: —No estoy segura de lo que está pasando con Trick. Él mira a Max y le responde: —Simplemente vine a ver a mi chico Nik.
Él se retira del almacén. Él está sonriéndome, hoyuelos y todo. Asentí. En resumen, el médico no había dicho nada que cualquier imbécil con dos dedos de frente no hubiera podido diagnosticar. Este banco de energía fue nuestra mejor opción para el mejor cargador portátil de 2020. Tiene una batería de 13000mAh, chandal del tottenham 2022 que es suficiente para cargar un iPhone 11 a batería completa dos veces y media. Algunas veces tenemos que dejar a la gente que queremos -dijo sorbiéndose la nariz. Vendré a visitarte un montón de veces -le susurró sumergiéndose en su pelo-. Pues, cielo, porque Gerry sigue por ti -le explicó Pippa-. Gerry -empezó Jo. -En otro momento, quizá… -Solo te lo voy a decir una vez -continuó-. De hecho, sólo tengo una estrella en mis fantasías recientemente. Y fue maravilloso no sentirse como una especie de disminuida emocional por ello. Davey. -Y tendrás una niñera nueva muy simpática que te querrá tanto, tanto como yo. Se sentía como la chica nueva de la clase de danza en una sala de espejos. — se enteró de que había subido al Everest como si pisara puntas de lanza, él empezó a llamarla su silkie.
Shaun dijo que quería ir, pero que ese día tenía que estar en la obra porque a la mañana siguiente su empresa empezaba a trabajar en su mayor contrato y había que ultimar detalles. Piensas demasiado. -Eso es lo que dijo Shaun. Ellos vieron que tú venías a mí, a la vista de toda la ciudad, y que me abrías el pecho; vieron cómo lavabas mi corazón en las aguas de Zamzam y volvías a ponerlo dentro de mi cuerpo. Lo sé. -Déjate caer por aquí, o le romperás el corazón. Nada de chapuzas, ¿ El engaño… Si no hubiéramos mentido nada de esto habría sucedido. Bueno -dijo la madre de Davey quedamente-, supongo que sabía que esto ocurriría antes o después. Lindo. Ella también llevaba un grueso cinturón negro que va justo por debajo de sus tetas. Solo consiguió que dejara de llorar cuando Davey entró para pedir un poco de chocolate y ella le dio la espalda estoicamente.
Mientras tenía lugar ese diálogo, dos cámaras se movían un poco sobre el travelling mientras las otras filmaban a los actores por encima del hombro. Saqué la agenda del bolsillo y empecé a pasar hojas hasta que di con un nombre; marqué su número con el aparato del vestíbulo. A medida que la escalera la sumergía más y más profundamente, sintió que en su pecho se expandía una inmensa pesadez, como si se estuviera ahogando desde dentro. Jo le rodeó los hombros con el brazo -Soy una madre terrible -dijo sorbiéndose la nariz-. Me encojo de hombros y digo: —Tú no viste cómo trató a Sissy en el restaurante. Cómo se te ocurre? Y el otro hombre casi me aparta a empujones para llegar debajo del contador. Jack me agarró del brazo mientras me dirigía resueltamente hacia Nat y Dominique-. Nat se desplomó, ensangrentado e inconsciente, y los tres nos quedamos de pie, anticipando con creciente pavor las consecuencias de aquel desaguisado. Se quedó de pie, recuperando el aliento. Las palabras están escritas en negro y todo parece muy sencillo pero artístico.
Así es como comienzan las buenas amistades. Probablemente, habríamos muerto allí, seguro, cegados por la nieve y enloquecidos por la montaña, pero entonces oí un ruido, una detonación seca como el disparo de un rifle. Pensé que había muerto. Después hubo un silencio, mientras Jo se devanaba los sesos buscando algo más que decir. Nosotros tres no somos más que negociantes; James es un hombre de la televisión: ahí está la diferencia. Eso sí, somos hijos de tres madres diferentes. Hay unos helados de chocolate en el congelador. Cuando llegó, sus padres la dejaron a solas convencidos de que sus lágrimas se debían a que él no había picado el anzuelo y no le había pedido que se casara con él. Claro que te echaré de menos. Ah -susurró-, esa es la única pregunta para la que no tengo respuesta. Acaricia mi cabello y pregunta con curiosidad. Entre bastidores. Me han hecho ofertas… -Se detuvo.